La Osteopatía considera a la persona como un todo, tanto en su vertiente física, como bioquímica y emocional, donde la estructura (anatomía) y la función (fisiología) están totalmente interrelacionadas. De esta manera, la Osteopatía se basa en buscar el porqué de un problema y no sólo tratar lo que molesta o duele.
El trabajo del osteópata se basa en hacer una anamnesis completa, un riguroso examen previo de todos sus antecedentes quirúrgicos, clínicos y traumáticos, además de considerar el aspecto psicosocial en el que el individuo se desarrolla. Tras ese estudio, se realiza una exploración física con el objetivo de encontrar zonas de restricción o falta de movilidad. Mediante la exploración y la anamnesis, la osteópata obtendrá su diagnóstico funcional, el cual permitirá trazar un plan de tratamiento a corto, medio y largo plazo en busca de la mejora general y de la sintomatología de la persona.
La osteópata realizar la exploración a través de las manos y, en base a los conocimientos de anatomía y fisiología, intenta ‘relanzar’ la capacidad que dispone el cuerpo para mejorarse por sí mismo.
La Osteopatía permite trabajar en base a 4 áreas de abordaje:
- Abordaje Estructural: Comprende las partes óseas, articulares y musculares (Sistema Músculo-Esquelético).
- Abordaje Visceral: Comprende los órganos del cuerpo (Sistema Visceral).
- Abordaje Cráneo-sacral: Comprende el movimiento intrínseco de las estructuras craneales, así como enfatiza la relación entre el cráneo, las vértebras cervicales superiores y el sacro a través de las meninges.
- Abordaje Fascial: Comprende el tratamiento de la fascia como unidad funcional de tejido conectivo que está prácticamente en todo el cuerpo, envolviendo huesos, músculos y órganos de forma continua, y tiene su propio movimiento.
La selección de las técnicas dependerán de la patología y del paciente a tratar. Se utilizarán desde técnicas manuales en partes blandas, estiramientos y manipulaciones pasivas, hasta técnicas de alta velocidad y corto recorrido (ajustes articulares). Con la combinación de estas técnicas, la osteópata tiene como objetivo personalizar e individualizar el tratamiento, y así ajustarse a las necesidades del paciente en cada momento, sin olvidar y tomar en consideración la esfera emocional y psicológica de éste.
El proceso osteopático abarca el tratamiento de disfunciones neurológicas, estructurales, endocrinas, viscerales e inmunológicas.
En definitiva, la osteopatía es considerada como una medicina integrativa, es decir, que engloba a la medicina convencional y a la medicina natural, para poner a disposición del paciente todos los instrumentos posibles para su curación.
Desde el año 2010 es reconocida por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como una profesión totalmente independiente y diferente a otras profesiones dentro del mismo ámbito sanitario.
Indicaciones para el tratamiento osteopático:
- Cervicalgia
- Tortícolis
- Contracturas
- Mareos / Vértigos
- Osteopatía de pubis
- Migraña / Cefaleas
- Hernias discales
- Puntos dolorosos
- Tendinitis
- Lumbalgia
- Ciáticas
- Afectación del nervio facial
- Mandíbula / ATM
- Esguince de tobillo
- Latigazo cervical
- Hernia de hiato